¿Qué es el “Sindicato de Trabajadoras Invisibles”?
El Sindicato es simplemente un espacio de encuentro político-afectivo que busca generar nuevos métodos de organización y de lucha en torno al trabajo no remunerado. El Sindicato se creó como apertura de la experiencia individual a la colectiva y colaborativa por necesidad de compartir entre nosotras nuestros usos del tiempo y nuestras luchas económicas diarias, problemas, ideas, memorias.
Empezó en diciembre cuando me invitaron a Tucuman a dar un taller y fue planteado en torno al trabajo invisible, después de 4,5 horas de dialogo, ejercicios, encuentro, tomando una birra volvimos a reafirmar: todas somos trabajadoras invisibles, y ahi ya fue, se armó el sindicato. Ahora funcionamos a modo de encuentros, nos juntamos a visibilizar una multitud de trabajos que se esconden bajo el manto del “amor”, ya que el reconocimiento de estas labores implicaría una ruptura estructural en la visión económica patriarcal. Esto se ve en las tareas del hogar y de la familia que realizamos las mujeres, pero también en otras ocupaciones como la del trabajo artístico, la de gestión de proyectos y muchas más. Muchas de nosotras somos artistas y eso de por si trae inevitablemente el tema de la precarizacion de lxs trabajadorxs del arte, el machismo en el mundo del arte, como se sostiene una “carrera” artística, de qué trabajan/viven lxs artistas, cómo manejamos el tiempo y el ocio, y muchas preguntas mas.
En el sindicato proponemos el nombramiento de las tareas no remuneradas, la formulación de contra-estrategias y, sobre todo, la unión colectiva entre trabajadoras. Algunas de las actividades que hicimos tienen que ver con la identidad y las palabras, el cronograma y rutina que llevamos, el uso del tiempo, ejemplos de trabajo invisible de nuestras vidas. Por ejemplo, en Tucumán, con las compañeras salió el tema de tener un proyecto propio o compartido que nos guste muchísimo y donde ponemos un montón de energía y amor porque lo queremos concretar o queremos que funcione, es un gran trabajo de gestión, producción, redes sociales, pensar actividades para promocionar nuestros proyectos, etc.
El primer debate que salió fue el de la invisibilidad, ¿Qué se puede hacer dentro de lo no reconocido? ¿Podremos percibir la invisibilidad como un territorio a explorar?. Intuitivamente al principio tuvimos la necesidad de una IDENTIDAD, de un nombramiento, de visibilizarnos como trabajadoras no remuneradas (invisibles), pero luego, siguiendo la frase se serigrafistas queer “ser tan escurridizxs hasta que ya no puedan ni nombrarnos” empezamos a abrazar la invisibilidad y alejarnos de la necesidad de identificación. Es un tema que sigue abierto igual.
¿Qué actividades realizan y con qué objetivos?
La primer “consigna” del sindicato fue el armado de una bandera, consistía en un encuentro muy tranqui de merienda, charla, sororidad y mientras tanto decorabamos unas fundas de almohada que cada una traía. No era necesario ningún tipo de conocimiento, cada una decoró su funda de la forma que quería, desde besos, glitter, quemaduras, cosidas, parches, pegado de lentejuelas y mostacillas, bordado, pegado de otras telas arriba, escritura directa, etc. ¿Podemos usar los saberes aprehendidos de nuestra crianza patriarcal al servicio de algo nuevo? ¿Se puede descansar en el hacer? Fue importante esta etapa porque tenia que ver con conocernos y generar las partes de un todo. Las fundas fueron cosidas entre si y hoy estan en la galeria, en una de las vidrieras que da a la calle.
El paso siguiente fueron los encuentros dentro del marco de la muestra en Selvanegra, ya que estuvieron surgiendo nuevas ideas y temas. Estamos pensando en un enfoque mas oral, sobre la memoria y el intercambio. Hay varias preguntas que se fueron planteando a lo largo de los encuentros y que aparecen al final del texto de mesa en la galería y temas que se reiteran. Cada encuentro es muy poderoso y nos deja con la cabeza a mil. Por ejemplo el descubrimiento de los emprendimientos/trabajo en nuestra infancia, relacionados a lo artesanal y a la relación con nuestra mamá: nos dimos cuenta que casi todas habiamos tenido un emprendimiento, estimuladas por nuestra madre, por ejemplo yo hacia jabones de glicerina, otra hacia velas, otra macramé, quizas era mas la emoción de producir algo con valor, de mantenernos ocupadas o quizas nuestras madres nos querían ir preparando para una vida de mucho trabajo, por el hecho de ser mujeres nada nos iba a ser regalado, mejor que nos preparemos desde chicas.
Otro tema fue la relación con las trabajadoras del cuidado que tuvieron una impronta fuerte en nuestra crianza (y que Male supo erotizar en un relato). Por otro lado la idea de la "nada", del "placer", del "ocio", que Male y Juli (integrantes del sindicato) mencionaron en su funda de almohada al grito de “trabajo y placer” o “ =tiempo de trabajo = tiempo de ocio”. ¿Qué es hacer nada? ¿Puede el trabajo estar ligado al placer?
Por otro lado, y super importante, la idea del valor, que hablando con Ceci (integrante del sindicato) me contó cómo fue decantando en ella y cómo supo a través de cuentas matemáticas y registros temporales poner su valor por hora ideal. ¿Qué es el valor y quién define el valor de nuestras tareas? ¿Cuál es el valor del trabajo? ¿Podemos trabajar sin obedecer los términos productivos que propone el mercado?
En el ante-ultimo encuentro nos reunimos en la galería y desplegamos 6 metros de papel en el piso, con marcadores fuimos escribiendo frases, consignas, pensamientos y muchas preguntas que se iban dando en el entorno de la oralidad. Cada aporte es muy potente. Algunos ejemplos del ultimo encuentro fueron: Puedo sola pero no quiero, Todo lo podes vos - juntas, cuanto cobro por el trabajo que me da placer?, MERECER EL OCIO, cual es la fuerza que sostiene la vida?, no regalo mi trabajo, tiempo vivo - tiempo muerto, subjetividad del valor, de quien es el poder?, CARGAMOS MUCHO, el motor de la economía lo mueve la mujer en la casa, el trabajo emocional tiene un precio, sostenibilidad de la vida, SER por lo que HAGO, quienes cuidan a las que cuidamos?, mi poder!.
Bueno, muchas cosas mas (son tantas). Teniendo en cuenta que el sindicato es, ante todo, una fantasia y que podemos jugar en la forma de organización y acción, queremos alejarnos del modelo chongo de militancia y sindicalización, queremos crear un sindicato afectivo, divertido, sensual, inventar nuevas formas de organización, de-construir lo aprehendido y construirnos a nuestros modos.
En el ultimo encuentro militamos el ocio, nos juntamos literalmente a no hacer nada, ya que estaba ocurriendo que para mi (que soy la que convoca a los encuentros y pone el lugar) se estaba volviendo “trabajoso” cada encuentro, involucraba pensar una actividad, salir a comprar algo para comer antes, poner materiales, convocar mediante las redes, etc. También porque queremos trabajar la culpa que nos da la nada, tenemos que merecer hacer nada o directamente evitamos ese momento. Estaba picando el debate de que nos veníamos juntando siempre a “hacer” algo y hablar del valor, de la nada, de lo no remunerado pero siempre estábamos haciendo, aunque notábamos que habían haceres que nos daban placer pensamos en la idea de generar un encuentro no productivo. Fue importante hacernos la pregunta: hoy, que necesidades tenemos? hoy estamos cansadas, vamos a militar el ocio no culposo. Hoy en dia, una pausa tambien moviliza.
Todo lo que comparti recien, sobre los temas que salen en el sindicato, se fueron dando en un contexto de charla muy relajado y afectivo, también queremos alejarnos del academicismo, mucha gente te manda a leer y valoro un monton la teoria pero siento que el compartir entre nosotres, el poner el cuerpo, el dar voz a estos movimientos en primera persona es lo mas poderoso que hay. Aca esta sucediendo una comunión colectiva donde reina la empatía y deviene individualmente en nuestras vidas, hay resultados individuales generados por un grupo que no tiene otro motivo mas que el estar ahi en ese momento.